Elena G. de White sobre compartir el diezmo. “Debemos comprender cada ocasión más que los medios usados para sostener la obra, no solamente en las ciudades norteamericanas, sino igualmente en los campos extranjeros. Permitan que los medios tan celosamente recolectados sean distribuidos sin egoísmo. Quienes comprendan las deposición de los campos misioneros no se sentirán tentados a usar el diezmo para lo que no es necesario” (Manuscrito 11, 1908). Los beneficios de este plan a favor de las misiones mundiales han sido considerables. Conveniente a las operaciones mundiales de la iglesia, la Junta de la División/Asociación Caudillo deberán continuar con la determinación de contribuir con porcentajes de diezmos de los diezmos y un diezmo adicional. No es prerrogativa de las iglesias/misiones/asociaciones/uniones animarse estos porcentajes unilateralmente. 3. Personal que apoya la ganancia de almas. El diezmo puede ser utilizado para sostener a otro personal que, en su rol de apoyo, se relaciona directamente con el trabajo en la fruto de almas, pero sea dirigido por la Asociación General, la división, la unión, o la asociación Específico/representación. Se incluye otro personal, tal como directores departamentales y sus ayudantes, los cuales están comprometidos en los ministerios evangélicos y de la atención espiritual de la iglesia.

Sin embargo, si nuestra meta es acumular tesoros en el gloria, viviremos una vida de obediencia a Dios usando nuestros bienes para su servicio y para extender su reino en la tierra. El uso que demos a nuestro caudal reverberará el corazón de Dios.

La práctica de la caridad es lo que nos caracteriza delante de los demás: «Ved como se aman, dicen, dispuestos a caducar los unos por los otros». Porque ellos están más perfectamente dispuestos a matarse. En cuanto al nombre de hermanos con que nosotros nos llamamos, ellos se forman una idea falsa, no obstante que entre ellos los nombres de parentesco son únicamente expresiones mentirosas de afecto.

Con frecuencia, los cristianos no hemos sabido corresponder a ese don; a veces lo hemos rebajado, como si se limitase a una limosna, sin alma, fría; o lo hemos estrecho a una conducta de beneficencia más o menos formularia.

Expresaba correctamente esta aberración la resignada queja de una enferma: a mí me tratan con caridad, pero mi raíz me cuidaba con cariño. El amor que nace del corazón de Cristo no puede adivinar lugar a esa clase de distinciones (S. JOSEMARÍA ESCRIVÁ, Amigos de Altísimo, 229).

Una ocasión hecha la siega por las cuadrillas de segadores que hoz en mano iban dejando tras sí las gavillas, el acarreo de éstas hasta las eras y la monótona operación de la trilla que terminaba con el aventado, se hacía en la Bancal el montón de grano, no obstante íntegro de polvo y paja: este montón Bancal intocable hasta que el diezmero y las partes interesadas hicieran la debida estimación de lo cosechado.

No vayas a apañarse check these guys out a tu hermano que ha pecado contra ti, para pedirle perdón; te baste con estar presto a perdonar de corazón. Si estás dispuesto a perdonar, aunque has perdonado. Te queda todavía pedir a Todopoderoso por tu hermano (SAN AGUSTÍN, Sermón 211, Sobre la caridad fraterna).

De manera casi sin precedentes, Alá desafía a su pueblo a probarlo. El diezmo es siempre una prueba de Certeza. Es lo suficientemente ínclito como para causar dolor, y nos obliga a esperar en que Alá proveerá.

No acumulen para ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban.

En caso de acontecer realizado examen intenso, recomendamos que transcurran al menos 2 horas ayer de ir a donar.

Bajo la condición mosaica, parece acaecer tres diezmos: un diezmo regular poliedro para apoyar a los sacerdotes y la obra del templo; un “diezmo del festival” para la celebración de las fiestas requeridas (cf.

Textos bíblicos para fortalecer la confianza en Alá: Encuentra inspiración y paz en las escrituras sagradas

¡Ay de aquel hombre! Más le valiera no ocurrir nacido, que escandalizar a uno solo de mis escogidos. Mejor le fuera que le colgaran una piedra de molino al cuello y lo hundieran en el mar, que no extraviar a unidad solo de mis escogidos.

Aunque yo entregare mi cuerpo a las llamas, no teniendo caridad, nulo me aprovecha. Como si dijera: Aunque distribuyera todos mis riqueza hasta no reservarme ausencia de ellos, todo eso es inútil sin la caridad. Y si a esta liberalidad añadiera yo el tormento del fuego, dando mi vida por Cristo, pero sigo siendo impaciente, irascible, envidioso o soberbio, o si la injuria me indigna y hace montar en cólera, si busco mi interés, si soy mal intencionado o peor sufrido, la renuncia y el tormento del hombre extranjero no me reportarán superioridad alguna, porque el hombre interior quedará aún cautivo en los vicios pasados (CASIANO, Colaciones 3, 8).